lunes, 2 de marzo de 2009

IV


Me quejo un poco pero tengo todo lo que se puede necesitar: tengo un poco de musica vieja, tengo una bolsa de pan lactal y un par de rodajas de pan dulce con pasas, tengo una asquerosa piesa en un barrio horrible de bangkok; con una cama, una mesita, dos sillas, un bano y un ventilador, y un balcon donde sentarme a beber y fumar y escribir... un rio inmundo del color de la mierda diarreica corre suavemente juento a la vereda en lugar de coches. Tengo varios cigarrillos, un poco de agua y algunos tragos de wisky. No tengo trabajo pero tengo algo de dinero, quizas no suficiente para el dia que tenga que volver… depende de como lo gaste, pero nunca fui bueno para administrar el dinero... como si no supiera contar bien. A veces me preocupa... me encontraria en una posicion muy jodida si se me acabara y tubiera que vivir en las calles de bangkok, eso es facil de imaginar. Por otro lado no actuo respecto de esa preocupacion... quizas sea una idea salida de esa misma deprecion que les hablaba... del sinsentido... una inata tendencia a paladear la idea de mi propia muerte… como una liverasion... unas ganas de cambiar... de ser liberado de la monotoneidad de seguir errando dia tras dias. Los pies duelen de caminar dia tras dia, ano tras ano hacia ningun lugar... hacia la Muerte... mejor que sea pronto... mejor que sea ahora! libre, libre, el espiritu libre flotando hacia la inmesidad... de vuelta hacia el origen, a disiparse en la Nada.
Debe haber sido la resaca en un momento dificil de atravesar... tanto hablar de la muerte, de la muerte... todos hemos pensando en el suicidio alguna que otra vez... yo nunca lo he intentado... al menos no de maneras rapidas y practicas, como un tiro en el barulo o un salto desde el piso 26... tampoco puedo negar esa tentativa tan rotundamente... sino, habria de poder explicar los muchos cigarrilos que fumo diariamente, o el haber desyunado cerveza hoy, a las diez de la noche, despues de haber despertado de un sueno alimentado por el humo de las anfetaminas... ni hablar del hecho de encontrarme a la madrugada, escribiendo sobre el poco valor de la vida y del anelo a la muerte... todabia sorbiendo los ultimos tragos de wisky entre bocandas de humo azul.
Pero no siempre es asi. A veces la cosa cambia ... Es un ritmo nesesario del tiempo... gusanos reptado uno sobre otro, copulando pegajosamente... el ritmo ondulante de la vida... el mundo oscila, vibra hacia adelante... la rueda gira... hay que bajar para poder sentir cuando uno sube... bajar es duro, triste, doloroso... pero cuando uno sube! que delicia! el precio a veces es alto: cuanto mas alto se sube la caida es mas larga y mas dura... hay que caer mucho, sufrir mucho para poder gozar de algunos momentos de verdadera gloria... pero quien soy yo para quejarme? asi lo decicieron los dioses... fuerzas infinitamente mas poderosas que yo una eternidad antes de naciera el pirmer hombre.
Hoy ya me siento mejor... no mucho... comi un poco de comida, solo un poco... asquerosa, picante… con un poco de cerveza, tambien horrible, amarga... fume algunos cigarrillos... vi algunas tetas, algunas piernas, algunos culitos caminar penduleando sobre la vereda. Aburrido. Mas tarde quizas salga con una piba. Una argentina que conoci en el avion hace un mes pero que todabia no vi... la cosa no se dio... no hubo suerte... desencuentros. Tampoco me esforce tanto. Hoy en unas horas nos vemos en algur lugar de Kao San... esa calle inmunda. Con un poco de suerte nos divirtamos... es una loteria, solo que con menos chanses de ganar. Parece raro, siendo todas las personas tan aburridamente iguales, lo dificil que es encontrar a alguien con quien poder compartir algo... con quien tener algo en comun. Si tengo suerte quizas la pueda coger un rato... tiene lindas tetas blancas, una piel suave y blanca y un pelo rubio brillante como el sol. No es mucha cosa... digo, la posibilidad de cogerla... que burdas esperanzas! Debo de haber caido muy bajo para esperar solo algo asi. Es rara la insistencia de la gente en querer coger, garchar, montarse unos a otros, copulando como insectos... como asquerosos crustaceos marinos... baba, semen, transpiracion, jadeos, sangre, luces, pelos, orgasmos... es horrible y aburido.
La piba que trabaja en este hotel me encanta. Es una tailandecita chiquitita, de pelo negro y brillante, manos diminutas y delicadas, un culito casi tan pequeno y delicado como sus turgentes pechos de filosos pesones, una delicia de boquita siempre sonriente que me vuelve loco... su mirada se ve inocente y fresca como la lluvia... sin embargo nunca le hable mas que para pagarle la habitacion dia a dia o para pedir una cerveza. Ahora se encuentra sentada a un metro de mi. hablando por el celular... me da la espalda... cada tanto gira y me ve de reojo... yo la estoy mirando... sin embargo ninguno dice nada. Presiento que no es muy diferente a mi. Puede que no hablemos por timidez... creo sin embargo que es otra cosa... la timidez ya se ahogo hace varias cervezas, creo que se debe mas a una indiferencia total en cuanto al sexo. Siento la urgencia... pero es algo del cuerpo, como la sed o el hambre o las ganas de cagar... soy demasiado humano, ojala no lo fuera. Esta chica debe ser un ser de luz, una critarua magica que suena, rie, anela, llora, imagina, pero mi asquerosa condicion de hombre moderno me obliga a dejar pasar todo eso y verla solamente como una suave y humeda concha, como una boca que suspira, pesones que inchan, piernas que se returcen y te atrapan como una vivora: asqueroso, repugnante, vacio... ojala no fuera tan humano, tan viceral.

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