XV



El ruso morfinomano me habia hablado de unos pueblos en las montanas del norte. No hay medios de transporte publico que suban hasta las aldeas asi que no hay turistas (a excepcion de algunos yonquis que van en busca de opio).
Cuando nos aburrimos de las islas le comente a kathi de esas montanas y alla nos fuimos.
Es un lugar muy hermoso y tranquilo. Tierras arcaicas que todabia duermen hoy dia sonando los suenos del opio… un lugar suspendido en el tiempo donde los bufalos abrian la tierra arrastrando extranos aparatos de cultivo y la gente plantaba sus semillas con la espalda doblada en una curva igual a la de las laderas del valle.
Nuestra choza esta casi en la sima de una esas montanas... casi al final del camino que conduce a una cascada.
Nuestros dias trancurrieron de una forma diferente a los de las islas (cuando dormiamos temprano y despertabamos junto al sol para remar hasta las islas perdidas en el horizonte de un mar tan quieto que parece que ya no respira, donde trepabamos paredes de piedras que esconden lagunas en crateres misteriosos, donde caminabamos por la playa sin detenernos hasta estar completamente rendidos). En Pai… bueno en Pai no haciamos nada realmente… pasabamos la mayor parte del tiempo recostados mirando la montana, resbalando en la cascada como en un furioso tobogan de agua helada e iracunda, comiendo perfumados platos en pueblos tragados por la selva y el olvido.
Som, el chaval que nos alquilo la choza es piola. Nos vendio un paquete de opio y uno de marijuana a buen presio. Nos esplico como debe fumarse y nos dejaba entrar a su cuarto a usar su pipa siempre que queriamos. El opio es una pasta morron oscura y olorosa. Es muy dificil de fumar bien en una pipa comun y aunque se mescle con tabaco o porro no enciende bien porque quema a una temperatura mucho mas alta. El usaba una pipa de agua sin cuenco. Empastaba el opio en un alambre y con un carbon u otro alambre al rojo quemaba la pasta. La pipa sorbe el humo que emana la pasta al contacto con el carbon. De todas formas yo prefiero comerlo porque el efecto es mucho mas fuerte y duradero. Haciamos bolitas de opio semienvueltas en papel de arroz y las tragabamos con agua caliente o te.


Finalmente llego el dia en que Kathi tubo que irse. La semana que iba a pasar en Tailandia se habia transformado en dos meses y ya no podia aplazar mas su vuelta al trabajo. Yo me quede en las montanas.


Una noche caminaba por el pueblo… habia bajado a comprar comida para cosinar en la casa de Som y despues a tomar unos tragos. Conoci una rusita presiosa con ojos de bruja. Disena juguetes muy bonitos y extranos. Esta bien loca…
Hace ya muchos meses que no la veo (digo, a Luba, la rusita) pero vuelve dentro de poco… me pregunto como va a ser cuando llegue… es de esas personas especiales que… parece tener una energia que hace que las cosas sucedan solas… me pregunto como va a ser cuando llegue… pero bueno, eso es ya otra historia.

En Pai los perros duermen en medio de las callejuelas estrechas y hay que esquivarlos con la moto… junto con las gallinas y las manadas de bufalos y los campesinos que acarrean sus pesados paquetes de fruta cuesta arriba.
En Pai nos banabamos sin jabon en el agua helada de la cascada.
En Pai… bueno, en Pai no haciamos nada realmente... nos recostabamos muy juntos a ver el cielo y las nubes agrias nacer de la pipa.


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