lunes, 2 de marzo de 2009

XIV


Paredes de bambu.
Musica ruidosa.
Humo dulce, humo blanco, humo agrio...
La piel se siente tibia...
Mi boca esta abrazada por la salitre marina, el humo de la yerba y por los cigarrillos que armo... tabaco perfumado...
Por entre el bambu tejido se cuelan cuadrados y rombos y piramides de luz blanca.
una tormenta electrica se sierne sobre mi cuerpo recostado en la cama... el mosquitero gris distorciona la luz... flor triste... mi refugio.
El mar lucha contra los acantilados de piedra y la playa de coral. En cada embate hace temblar el aire con su furia. La batalla es lenta. Los gigantes se debaten en una guerra infinita... el mar golpea aburrido... pequenos toques... bostesa, golpea, bostesa... el desenlace de la batalla esta fijado.
Piedras redondeadas como gigantescos huevos prehitoricos bordean la costa. Cuevas siniestras. Las montanas redondas de piel verde se quiebran en acantilados blancos... Las olas lijan las costas de coral con la arena...
La tierra cambia. Se corroe bajo nuestros pies... nuestro espacio es mas pequeno: El mundo nos arrincona... con sus brazos de agua salada empuja nuestra vida... nos encierra con ella.


Gotas de agua salada salpican mi cara... creo que es la lluvia, pero solo son los remos que golpean el mar verde.
Flotamos en el medio del oceano... viajamos hacia las islas que se dibujan en el horizonte... parecen inalcansables... los hombros me arden por fuera y por dentro... dejamos caer los remos en nuestro regazo, resoplando... nos sambullimos en el agua... nos abrazamos en un beso que quema de pasion y de sal; hacemos el amor lentamente... al ritmo de las olas que golpean el bote que nos sostiene en la superficie. Nadamos un rato mas... nuestros cuerpos desnudos decorados por los reflejos marinos. Subimos al bote y seguimos remando hacia el horizonte... islas virgenes, montanas de piedra y selva.


Es una hermosura... sus ojos son del color del mar... cambian como el mar... azul profundo bajo la tormenta, verde de manana despues de un amanecer de fuego (nos mesclamos casi dormidos entre suenos... sin entender donde estamos... palpamos como gusanos ciegos... reconocemos el olor de nuestros cuerpos, la tibia piel humana ... si, somos nosotros...)
Es una hermosura. Sus piernas antes blancas como la nieve ahora tienen el color de la miel... siento su calida humedad cuando la penetro... es como hacerle el amor a un pulpo... me succiona, me sorbe como a un cocktail... absorbe mi asencia... me derrite... nos fundimos y explotamos al unisono en un millon de colores que se hacen mas y mas brillantes.... luego se disuelven en suaves suspiros.

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